
Menudo vértigo la vista de la pared de tierras calizas que sujeta, aún, las edificaciones que ayer rozábamos con las manos. Hoy hemos acudido a revisar la ruta hacia poniente de la playa de El Arenal-Bol de Calpe desde abajo, a ras de la arena.Los edificios parecen empujados hasta el mismo borde del precipicio en un ejercio de difícil equilibrio. Un poco más (quizas años o decenios, o siglos, quién sabe...)y caerán como juguetes ante la naturaleza....